Introducción:

El temperamento refiere a las diferencias individuales existentes en la reactividad y la autorregulación de infantes en torno a los dominios de la afectividad, la actividad y la atención. Estas diferencias se ven influenciadas por los procesos de herencia, maduración y experiencia de los niños y niñas. Por otro lado, la vulnerabilidad social refiere a aquellos hogares con necesidades básicas insatisfechas (NBI), siendo esta una variable multidimensional y un indicador más complejo y abarcativo que el mero ingreso económico familiar.

Objetivos:

El objetivo de esta investigación ha sido indagar la relación entre las subdimensiones de una escala de temperamento infantil y las dimensiones que conforman la escala de vulnerabilidad social. Para esta última, se tuvo en consideración la zona de residencia de los niños/as, el nivel educativo y ocupación parental, la presencia de hacinamiento y de necesidades básicas insatisfechas.

Metodología:

La muestra estuvo conformada por 145 niños y niñas de entre 12 y 40 meses de edad (M=26,65, DE=8,38, femenino=47,6%) pertenecientes a hogares vulnerables (n=77, M=29,58, DE= 8.00, femenino=40) y no vulnerables (M=23,33, DE=7,55, femenino=29) de la República Argentina. Los instrumentos utilizados han sido la Encuesta permanente de Hogares (EPH) y la forma abreviada del Cuestionario de Conducta Infantil Temprana (ECBQ), validado en Argentina.

Resultados:

Los resultados evidenciaron que el nivel educativo y la ocupación parental se asociaron de forma negativa con la afectividad negativa. Sin embargo, no se han obtenido diferencias significativas en relación con el hacinamiento.

Discusión:

Los resultados obtenidos se corresponden con el estado del arte actual, que indica que a mayor educación y ocupación parental, menor es la afectividad negativa de los niños y niñas. Estos resultados permiten vislumbrar cómo los factores contextuales (en este caso, la vulnerabilidad social) se asocian con las características individuales de los infantes durante los primeros años de vida. Sin embargo, resulta llamativo y contradictorio con la literatura existente no haber encontrado asociaciones entre estas variables y las subdimensiones restantes, como son la extroversión y el esfuerzo de control. Por este motivo, resulta fundamental seguir indagando en esta temática. Asimismo, los resultados demuestran la importancia de generar investigaciones en el contexto latinoamericano con el fin de generar intervenciones en el área de salud mental y políticas públicas destinadas a paliar los efectos de crecer en contextos adversos, fundamentalmente aquellos que se manifiestan desde la infancia temprana.