ENVÍOS, XIX Reunión Nacional y VIII Encuentro Internacional de la AACC

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Estudio longitudinal sobre el efecto de la intolerancia a la incertidumbre sobre los síntomas depresivos y de ansiedad durante la pandemia de COVID-19
Macarena Verónica del Valle, Hernán López-Morales, María Laura Andrés, Rosario Gelpi Trudo, Matías Yerro-Avincetto, Sebastián Urquijo, Lorena Canet-Juric

Última modificación: 2021-07-16

Resumen


Introducción: La Intolerancia a la Incertidumbre (II) es la incapacidad de soportar situaciones inciertas negativas, y predispone a las personas a sobrestimar las amenazas y a desarrollar síntomas psicopatológicos. La actual pandemia de COVID-19 es una situación novedosa sin precedentes que ha acarreado una considerable incertidumbre. Algunos autores sugieren que debe ser particularmente considerada la II relacionada con los eventos de la pandemia por COVID-19 (II COVID-19), la cual incluiría no sólo el miedo a infectarse, sino también la intolerancia percibida frente a todas las situaciones asociadas a la pandemia (posibilidad de contagiar a seres queridos, medidas de confinamiento, modificaciones en interacciones sociales, afectación económica, etc.). A pesar de la importancia de la II para el curso y desarrollo de distintos síntomas psicopatológicos, la mayoría de los estudios empíricos al respecto desarrollados durante la pandemia han tenido un enfoque transversal y han sido llevados a cabo en países desarrollados. Objetivo: analizar longitudinalmente el efecto a largo plazo de la II COVID-19 sobre los síntomas de ansiedad y depresión en la población general argentina. Metodología: participaron del estudio 1230 argentinos adultos (edad: ME = 41.62; DE = 13.81), quienes respondieron remotamente durante mayo de 2020 una versión adaptada de la Escala de Intolerancia a la Incertidumbre, el Inventario de Depresión de Beck y la Escala de Ansiedad Estado-Rasgo. Los participantes volvieron a responder acerca de su sintomatología en agosto de 2020 y en abril de 2021. Resultados: mediante ANOVAS de medidas repetidas, se observaron aumentos significativos en los síntomas de ansiedad y de depresión a lo largo del tiempo (ansiedad: F (1.91, 2344) = 34.46; p < .01; ηp2 = .027; depresión: F (1.91, 2355) = 8.68; p < .01; ηp2 = .007). Los análisis regresión indicaron que la II COVID-19 resultó predictora tanto de los niveles de ansiedad (tiempo 1: r2 = .56, f2 = 1.27; tiempo 2: r2 = .32, f2 = 0.47; tiempo 3: r2 = .21, f2 = 0.27) como de depresión (tiempo 1: r2 = .43, f2 = 0.75; tiempo 2: r2 = .29, f2 = 0.41; tiempo 3: r2 = .22, f2 = 0.28) incluso hasta 11 meses luego de la evaluación inicial (aunque el efecto de la II COVID-19 según fue reportada por los participantes en mayo de 2020 disminuye con el paso del tiempo). También el género y la edad resultaron predictores en los modelos de regresión (mujeres y jóvenes, mayor sintomatología), aunque su efecto fue menor que el de la II COVID-19. Discusión: los resultados son coherentes con los estudios previos sobre la importancia de la II como un factor transdiagnóstico para diversos síntomas psicopatológicos, y con estudios específicos realizados transversalmente sobre la II en el marco de la actual pandemia por COVID-19. Esto sugiere la importancia que tiene en este contexto la distribución de información precisa sobre la pandemia para reducir la incertidumbre de la población, y la importancia de considerar las consecuencias para la salud mental que ha acarreado esta situación.


Palabras clave


tolerancia al distrés; salud mental; pandemia

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