Según Robert Enright (2000) el perdón interpersonal es la voluntad de abandonar el resentimiento al que uno tiene derecho, los juicios negativos y la conducta indiferentes hacia el ofensor, fomentando emociones, cogniciones y conductas positivas hacia el mismo. El perdón tiene implicaciones positivas para el desarrollo socioemocional de las personas, lo cual se convierte en una variable importante para un desarrollo positivo en todas las etapas del ciclo vital. También los valores tienen gran importancia para el desarrollo. Antolín Suárez y otros (2011) en el ámbito del Desarrollo Positivo Adolescente mencionan valores sociales, que marcan una buena relación social y un compromiso con la sociedad y la comunidad (prosocialidad, justicia e igualdad social, y compromiso social); valores personales, los cuales se relacionan con la madurez personal que permite un obrar coherente con los principios asumidos en la vida (integridad, honestidad y responsabilidad); valores individualistas, los cuales estarían marcando una posición de una cultura individualista (hedonismo y reconocimiento social). Estos últimos serían contravalores (Antolín Suarez y otros, 2011). En este desarrollo positivo el perdón y los valores son de gran importancia en una etapa del ciclo vital tan decisiva para la construcción de la identidad como es la adolescencia. En dicha etapa las relaciones extrafamiliares cobran relevancia y los vínculos interpersonales se convierte en un factor protector. Objetivo:  Evaluar la relación entre el perdón interpersonal y los valores sociales, personales e individualistas en adolescentes. Metodología: la investigación fue descriptiva, correlacional, transversal y de campo. La muestra fue intencional, conformada por 118 adolescentes de ambos sexos (74 mujeres), de entre 11 y 14 años (M= 11,81 DE=0,52). Para evaluar el perdón se utilizó la Escala de Perdón de Mark Rye (1998) adaptada a población argentina por Rodriguez y otros (2018). Dicha escala mide ausencia de actitudes negativas hacia el ofensor y presencia de actitudes positivas hacia el ofensor. Para evaluar los valores se utilizó la Escala de Valores para el Desarrollo Positivo Adolescente (Antolín Suárez y otros, 2011) la cual mide valores sociales, personales e individualistas. Resultados: Se realizaron correlaciones de Pearson. La dimensión del perdón interpersonal presencia de actitudes positivas correlacionó positivamente con los valores sociales (.304**) y con los valores personales (.211**). Específicamente, la presencia de actitudes positivas hacia el ofensor correlacionó positivamente con los siguientes valores: prosocialidad (.286**), compromiso social (.266**), justicia e igualdad social (.278**), responsabilidad (.206*), integridad (.191*), honestidad (.196*). Si bien los valores individualistas en su conjunto no tuvieron correlaciones significativas, el reconocimiento social correlacionó positivamente con presencia de actitudes positivas hacia el ofensor (.197*) Discusión: Los resultados obtenidos son coherente con la teoría, teniendo en cuenta que los valores sociales y personales se relacionan con una actitud mayormente positiva hacia el ofensor, lo cual es un proceso avanzado de perdón, implicando no sólo disminución de actitudes negativas sino presencia de actitudes positivas. El reconocimiento social podría estar influyendo en las actitudes positivas hacia el ofensor si se tiene en cuenta la mirada social externa que pueden tener los terceros sobre la situación de ofensa.