Última modificación: 2021-08-09
Resumen
Introducción. Debido al COVID-19, las prácticas deportivas y de ejercicio físico fueron interrumpidas en 2020. En Argentina se decretó una medida preventiva denominada aislamiento social, preventivo y obligatorio (ASPO) que provocó el cierre de clubes, suspensión de competencias, entrenamientos y, por consiguiente, una alteración de hábitos y rutinas de entrenamiento. Objetivos. Analizar cuáles son las respuestas de afrontamiento, estados de ánimo, hábitos y experiencias relacionadas al COVID-19 y al aislamiento en deportistas, practicantes de ejercicio físico, preparadores físicos y entrenadores/as de Argentina. Metodología. Estudio descriptivo transversal online durante mayo y junio. Participaron 810 deportistas y 225 entrenadores/as de 19 provincias y de 32 disciplinas deportivas distintas. Tenían un promedio de días de aislamiento de 54,27 días (DE=6,76). El 50% (n= 518) eran varones, 49,6% mujeres (n= 513) y un 0,4% (n= 4) prefirió no indicar su identidad de género. El rango etario fue de 18 a 70 años (M = 31,9; DE = 10,55). Resultados. Se observó un impacto del ASPO en los hábitos de entrenamiento; evidenciando una disminución significativa de las horas (t [672]= 22.44, p < .01) y días (t [672]= 4.51, p < .01) de entrenamiento. Respecto a la alimentación, el 59,9% de los/as deportistas reportaron efectos en la calidad, y un 46% en los horarios e hidratación. Se halló un aumento significativo de las horas de descanso en comparación a las horas de sueño previas al ASPO (t [544]= -6.55, p < .01). Además, se encontró un aumento significativo del tiempo de uso de dispositivos electrónicos y redes sociales previas y durante el ASPO (t [714]= -37,41 p < .01) produciendo fatiga mental, pérdida de la concentración y dolor corporal, etcétera. Se observó un impacto negativo del aislamiento en las áreas de organización, economía, vida social, laboral y deportiva, y positivo en el área de convivencia; siendo significativas las diferencias entre entrenadores y deportistas en el área económica (t [356]= 3.52, p < .01) y deportiva (t [1033]= -2,031, p < .043). Se evidenció una intensidad de estado de ánimo (EA) positivo más elevada que el negativo, aunque estos valores varían en entrenadores/as y deportistas, encontrando en estos últimos un mayor nivel de EA negativo (t [1033]= -6.30, p < .01) y menor del positivo (t [1033]= 2.03, p < .044). Por último, se hallaron respuestas de afrontamientos de aproximación en detrimento de respuestas evitativas, lo que podría estar vinculado con una disminución del malestar psicológico ocasionado por la interrupción de la actividad deportiva. Discusión. Se considera que la práctica deportiva y de ejercicio físico tienen un valor agregado como factor protector de la salud a nivel inmunitario, emocional y psicológico para responder a la situación de aislamiento. Se sugiere en la vuelta a los entrenamientos, la importancia de validar y promover oportunidades para que deportistas puedan expresar temores, angustias y otras emociones o situaciones como la reducción en los niveles de autoconfianza y motivación, ya que podrían derivar en deserción y abandono de la práctica.