Los perros desarrollan vínculos de apego con las personas por lo que la separación del tutor produce estrés. Este puede elevarse y generar los llamados problemas relacionados con la separación. Estudios previos analizaron las reacciones de los perros ante dicha separación en un lugar novedoso, que es estresante, sin embargo, no se estudió en otros contextos. El objetivo fue evaluar los efectos de una separación breve del tutor sobre los comportamientos del perro cuando está en el lugar donde vive, e indagar si es modulado por el rasgo de temerosidad. Participaron 58 perros, divididos en dos grupos según la prueba C-BARQ: perros sin problemas de comportamiento y perros temerosos. La prueba de separación constaba de tres fases. La primera y la tercera involucraban una interacción positiva con el tutor durante dos minutos, estando en una habitación de su casa.  En la segunda fase, el tutor dejaba la habitación y salía de la casa durante tres minutos. Los resultados indican que los perros permanecieron mayor tiempo en proximidad, contacto, y mirando hacia la puerta así como vocalizando en la fase 2 comparado a la 1 y la 3. Esto sugeriría que reaccionaron a la separación con respuestas de estrés, y de búsqueda de proximidad y restablecimiento del contacto con el tutor. Por otro lado, la proximidad y las vocalizaciones hacia el tutor fueron mayores en la fase 3 que en la 1, reflejando un aumento de las conductas afiliativas durante la reunión, como probable efecto de la separación previa. Además, se observó mayor tiempo de exploración, proximidad a la puerta, bostezos y sacudidas en la primera fase, posiblemente por la novedad de la tarea. No hubo diferencias significativas entre grupos (ps>0.05). Estos resultados replicarían las reacciones observadas ante la separación, pero en un ambiente familiar. La temerosidad no afectó dichas reacciones.