La ingesta alimentaria está influenciada por factores externos, como la accesibilidad y la palatabilidad. El consumo excesivo de alimentos sabrosos suele ocurrir en el contexto de una mayor sensibilidad a la recompensa de los alimentos y un menor control inhibitorio. Los atracones se caracterizan por la falta de control y el consumo de grandes cantidades de comida, sobre todo altamente palatables, en poco tiempo. El descuento por demora es un índice que se utiliza para medir la conducta impulsiva. Nos proponemos investigar la relación entre la sensibilidad a la recompensa, el comportamiento adictivo con la comida y el control inhibitorio utilizando un paradigma experimental de descuento por demora. Las participantes deben elegir si desean una porción más grande más tarde (refuerzo demorado), o una porción más pequeña ahora (refuerzo inmediato) para alimentos de alto y bajo nivel de tentación. Además, se les pregunta cuánto les tienta el alimento y si lo consumen. La apetencia al alimento se midió con la escala del poder de los alimentos que evalúa la capacidad de respuesta al entorno alimentario. Participaron 17 mujeres con atracones y 20 controles. Se encontró una mayor sensibilidad a la recompensa alimentaria en las mujeres con atracones respecto al grupo control. En el experimento se halló mayor deseo de comer los alimentos de alto nivel de tentación, respecto a los de baja tentación. Asimismo, el deseo de comer se correlacionó positivamente con la sensibilidad a la recompensa alimentaria. No se encontraron diferencias entre grupos en el deseo de comer o en control inhibitorio. Los resultados se discuten a la luz de las hipótesis basadas en las adicciones conductuales, donde el atracón no necesariamente respondería a una elección de comida palatable o impulsiva.